Una semana atrás ofrecí a mi AMO, en este blog, un nuevo compromiso de esclavitud, a través del cual le cedí todos los derechos sobre mi cuerpo, mente y alma. Mi AMO, DUEÑO y SEÑOR aceptó la propuesta y me acogió bajo SU completo dominio y posesión.
Este hito constituye un renacer para este miserable esclavo, que inicia una nueva vida al servicio de SU AMO.
Asimismo, marca un punto de partida de un constante proceso de crecimiento de este perro, que a diario debe aprender a ser cada vez más sumiso, servicial, obediente y sometido a los deseos y placeres de SU AMO.
Si bien el AMO puede apoyar y ayudar en la domesticación del esclavo, éste tiene la obligación de buscar la forma de satisfacer a plenitud los placeres de SU AMO, estando siempre atento a SUS necesidades.
Por lo tanto, este renacer involucra la obligación constante –diaria- del esclavo de ser más servicial, de ser cada vez un mejor perro y de corregir los errores cometidos en SU anterior vida.
Una de estas primeras medidas surge en un proceso de meditación ordenado por el AMO tendiente a encontrar acciones concretas para dar cumplimiento a dos de los diez mandamientos de este perro con SU AMO, el segundo “Le agradecerás haber tomado posesión de tu cuerpo, mente y alma”, y el noveno “SU placer es tu finalidad, es lo único, es lo principal”.
Luego de unos días el AMO aceptó una de las propuestas que el puto entregó, que tiene directa relación con el mandamiento 9. Esta iniciativa consiste en que el perro debe despojarse de los sentimientos de odio y celos hacia los otros esclavos propiedad del AMO; sacar de su mente los insultos y maldiciones que mentalmente realiza a los otros esclavos, ya sean o no los esclavos predilectos del AMO, los más bellos, los que le otorguen mayor placer o simplemente por los que sienta algún tipo de sentimiento más profundo, superior al que pueda sentir por este puto. El perro que escribe es uno más del rebaño del SEÑOR y ÉL siempre lo verá como tal.
De esta forma el esclavo intenta dar un paso adelante en el sometimiento a la posesión y dominio del AMO, olvidando y destruyendo vestigios de su antigua vida, donde erróneamente creyó ser una persona igual al AMO.
El objetivo de este esclavo es algún día tratar de alcanzar o al menos aproximarse a la perfección de la esclavitud, para así servir a su AMO, DUEÑO y SEÑOR como ÉL lo merece.
Este hito constituye un renacer para este miserable esclavo, que inicia una nueva vida al servicio de SU AMO.
Asimismo, marca un punto de partida de un constante proceso de crecimiento de este perro, que a diario debe aprender a ser cada vez más sumiso, servicial, obediente y sometido a los deseos y placeres de SU AMO.
Si bien el AMO puede apoyar y ayudar en la domesticación del esclavo, éste tiene la obligación de buscar la forma de satisfacer a plenitud los placeres de SU AMO, estando siempre atento a SUS necesidades.
Por lo tanto, este renacer involucra la obligación constante –diaria- del esclavo de ser más servicial, de ser cada vez un mejor perro y de corregir los errores cometidos en SU anterior vida.
Una de estas primeras medidas surge en un proceso de meditación ordenado por el AMO tendiente a encontrar acciones concretas para dar cumplimiento a dos de los diez mandamientos de este perro con SU AMO, el segundo “Le agradecerás haber tomado posesión de tu cuerpo, mente y alma”, y el noveno “SU placer es tu finalidad, es lo único, es lo principal”.
Luego de unos días el AMO aceptó una de las propuestas que el puto entregó, que tiene directa relación con el mandamiento 9. Esta iniciativa consiste en que el perro debe despojarse de los sentimientos de odio y celos hacia los otros esclavos propiedad del AMO; sacar de su mente los insultos y maldiciones que mentalmente realiza a los otros esclavos, ya sean o no los esclavos predilectos del AMO, los más bellos, los que le otorguen mayor placer o simplemente por los que sienta algún tipo de sentimiento más profundo, superior al que pueda sentir por este puto. El perro que escribe es uno más del rebaño del SEÑOR y ÉL siempre lo verá como tal.
De esta forma el esclavo intenta dar un paso adelante en el sometimiento a la posesión y dominio del AMO, olvidando y destruyendo vestigios de su antigua vida, donde erróneamente creyó ser una persona igual al AMO.
El objetivo de este esclavo es algún día tratar de alcanzar o al menos aproximarse a la perfección de la esclavitud, para así servir a su AMO, DUEÑO y SEÑOR como ÉL lo merece.
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